Desde que nos anunciaron la celebración de la segunda edición de La polar que es una fiesta en la que la gente debe ir disfrazada a Torremucha, decidimos buscar un disfraz para asistir en la edición del año 2014.

No es fácil buscar un disfraz para llevar puesto en un autogiro. Al ser aeronaves abiertas, ha de ser suficientemente holgado como para llevar debajo la ropa de abrigo, pero suficientemente apretado como para que no pueda salir nada volando. Así que nos fuimos a los chinos a rebuscar entre todas las zarrias que tienen hasta encontrar la más adecuada apropiada. Yo me disfracé de pollo, mi hija de vaca y nuestro colega compañero de abuelos nos aparece con un disfraz de extraterrestre de lo más logrado.

Tempranito por la mañana y no con muy buena Meteo en Soria pero con un arco iris que nos auguraba un fin de semana explendoroso, despegamos con la esperanza de poder llegar a Torremocha y, como había que aterrizar disfrazados, salimos ya vestidos para la ocasión.

A mitad de camino, el frío y la edad se confabularon y tuvimos que aterrizar "de emergencia" en un polígono industrial abandonado para resolver nuestros problemas fisiológicos.

Una vez aviados, volando entre nubes y evitando tormentas llegamos a Torremocha. Allí estaban ya otros pirados que habían decidido también disfrazarse.

Poco más que destacar. Participamos en la carrera de cars que sorprendentemente quede en tercer lugar y disfrutamos de una agradable comida y velada nocturna amenizada por nuestros amigos de Torremocha.